1939Nace el 25 de diciembre en la ciudad de Córdoba. Su padre es abogado criminalista y legislador; su madre, escribana."En una casa ubicada en un barrio de la ciudad de Córdoba, habitada por una familia perteneciente a la burguesía ilustrada de la provincia, Tununa Mercado pasó su infancia. Abogado, amigo de artistas, apasionado por la pintura y la cultura libresca, el padre de Tununa tenía el living de esa casa atestado de cuadros que compraba con el entusiasmo de quien invierte en algo doblemente valioso, y de libros, enorme cantidad de textos que sostenían la estructura intelectual de esa casa, así como las vigas podían soportar el techo", escribió Guillermo Saavedra, en "La curiosidad impertinente", Beatriz Viterbo Editora, Buenos Aires, 1993.1941A pesar de haber sido inscripta con el nombre de "Nilda", a los dos años de edad su familia comienza a llamarla "Tununa". Con el tiempo ella decidirá firmar con este sobrenombre las primeras notas periodísticas que firmará.1958Comienza a cursar la carrera de Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Córdoba.1960Siendo alumna de la cátedra de Literatura Argentina, conoce a su futuro marido, Noé Jitrik quien en ese momento estaba dictando clases como profesor contratado.1961En el mes de enero se casa con Noé Jitrik.1962Nace en Córdoba su hijo Oliverio.1964Se traslada a Buenos Aires, junto con su familia. Abandona la carrera faltándole sólo dos materias para terminarla. "Ya no volví. El golpe del 66 me vedaba regresar a dar las materias con profesores que no se habían solidarizado con los que fueron echados, o que se habían quedado con sus cátedras. Después ya nos fuimos a Francia. Siempre lamenté no haberme recibido," dirá.Conoce al grupo de amigos de su marido: César Fernández Moreno, Paco Urondo, Alberto Vanasco, Miguel Brascó y Juan Gelman.1966En el mes de junio, nace su hija Magdalena.Sin comentarlo a su familia y amigos, envía el libro de cuentos "Celebrar a la mujer como a una pascua" al Premio Casa de las Américas, de La Habana (Cuba). Estando su marido de paso por esa ciudad, se entera de que Tununa había obtenido la Mención del concurso.Ante la propuesta que recibe Noé Jitrik de trabajar como docente en una Universidad francesa, la familia se instala en el este de Francia por casi tres años.Durante su estadía, Tununa reparte su tiempo entre el estudio del francés y el dictado de cursos sobre historia y civilización de América Latina.1968Durante mayo del ’68, viaja a París casi diariamente para sentirse más cerca de los acontecimientos.1970Junto con su familia, regresa a Buenos Aires.1971Trabaja como periodista en el diario La Opinión, publicación que llegó a convertirse en referente de los sectores intelectuales y progresistas de la época."Mi vida transcurría en torno al Diario La Opinión. [...] Era un momento de lucha política muy fuerte, era una época de huelgas, de sindicatos, de vida gremial, y yo formaba parte de eso", recuerda Tununa.1973A partir del golpe militar chileno, participa junto a su marido de comisiones de solidaridad con Chile y, más tarde, con otros países de América Latina.1974En septiembre, Noé Jitrik es invitado a dar clases durante seis meses en México. Tununa y sus hijos tenían pensado reunirse con él durante el verano para pasar las vacaciones. Sin embargo, comienza a recibir amenazas telefónicas de la Triple A y decide adelantar el viaje. Pero lejos de tratarse de unas vacaciones, ya no pueden regresar. Vivirán en México hasta el final de la dictadura argentina.1975Forman una comisión de solidaridad con los exiliados argentinos en México. Esta comisión también organizó un cine-club que funcionaba como lugar de encuentro afectivo. Compartía las experiencias con un gran número de exiliados llegando a formar una verdadera colonia.En México, trabajó fundamentalmente como periodista free-lance, en los primeros tiempos. Más tarde, consiguió como editora de una revista. Trabajó también en "Femme", una de las primeras revistas feministas y realizó la prensa de la Dirección de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes.Durante los años de exilio escribe "Canon de alcoba".1987Regresa definitivamente a Buenos Aires junto a su marido y su hija."Creo que nunca dejaré de sentirme aquí una extranjera, y me relaciono con muchas personas y lugares de esta ciudad como si lo hiciera por primera vez", dirá en la entrevista de Guillermo Saavedra, para "La curiosidad impertinente", Beatriz Viterbo Editora, Buenos Aires, 1993.1988La editorial Ada Korn, de Buenos Aires, publica el libro de cuentos "Canon de alcoba", que recibe el Premio Boris Vian, otorgado por un grupo de escritores argentinos.1990Aparece en Buenos Aires "En estado de memoria" (Ada Korn)."No se trata de relatos, al menos en el sentido más habitual del término, tampoco de artículos ni de memorias, pero algo hay de todo eso, y también de ensayo y de confesión. Aparecido por primera vez en 1990, En estado de memoria no sólo rompía entonces con la noción de género literario o la desconocía drásticamente, sino incluso con la de literatura tal como se la suele entender. [...] El peso que en ese tránsito tienen las muertes, las enfermedades y, con especial fuerza e insistencia, la descolocante y nunca del todo elaborada experiencia que implican tanto el exilio como el desexilio en Buenos Aires, dan al conjunto una atmósfera sombría, pero es el precio que debe pagar un ejercicio de lucidez dispuesto a hacerse cargo ante todo de lo oscuro, lo irracional, lo que no tiene nombre, lo que tiene mucho más el aspecto de una carencia que el de un patrimonio. Si importa, sin embargo, no es sólo por lo que ese trabajo revela sino por la experiencia específicamente literaria que pone en juego. El placer de leer este libro es, puede decirse, el de percibir cómo alguien negocia con su lenguaje para arrancarle una capacidad de presentar los hechos y las sensaciones sin traicionar lo que tienen de singular e irrepetible. Sedosa, consistente, morosa y a la vez tensa, la prosa de Tununa Mercado se parece mucho a la poesía: cualquier cosa, supone, aun la más abstracta o difusa, puede ser escrita si encuentra su ritmo y su tono. No faltan, en el fluir de esa corriente, las frases y las observaciones que emergen como la súbita condensación de una verdad, pero esto no parece responder a un saber previo sino a la capacidad de descubrimiento que la escritura suele tener cuando se la ejerce de un modo tan solitario e intransigente", escribió Daniel Freidemberg para la Revista Ñ, Clarín, domingo 7 de febrero de 1999.1994La editorial Beatriz Viterbo, de Rosario, publica el libro de ensayos "La letra de lo mínimo"."’La letra de lo mínimo’, en efecto, aunque integrado por textos muy diversos entre sí, se construye bajo la relativa homogeneidad de los tonos del susurro. Incluso en sus tramos más vehementes, en las intervenciones políticas, en los debates sobre género. ’La letra de lo mínimo’ es un libro en el que, antes de alzarse la voz, se susurra. Ese susurro, sin embargo, nos recuerda que hablar en voz baja es una manera de sustraerse al control del oído ajeno: que la murmuración es, al fin de cuentas, la modalidad que corresponde al complot; que si al susurro se lo puede considerar un tono menor, la minoridad puede ser una forma estratégica de resistencia antes que un matiz de debilidad. Se murmura por decisión, no por imposibilidad: el susurro no es afonía; aún más: es su contrario, porque sólo queda afónico aquel que ha gritado.", escribió Martín Kohan para la revista "Espacios", Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Nº 18 junio/julio 1996.1996Se publica, en Buenos Aires, la novela "La madriguera" (editorial Tusquets).1998Recibe la beca Guggenheim.Alción Editora, de Córdoba, reedita su libro "En estado de memoria".2003La editorial Beatriz Viterbo, de Rosario, publica el libro de ensayo "Narrar después".2004Recibe el Premio Konex Diploma al Mérito en el rubro "Cuento: quinquenio 1999-2003".2005La editorial Planeta publica, en Buenos Aires, la novela "Yo nunca te prometí la eternidad"."’Yo nunca te prometí la eternidad’ reexamina uno de los temas constantes en la obra de Mercado: la memoria, un tópico en el que aparece implicada también su biografía con las peripecias de exiliada sin tierra [...] Pero la novela es también una narración que reflexiona, en acto, sobre el hecho de narrar. Con refinada precisión, Mercado refiere los resultados de la investigación y la investigación misma que subyace al libro, trabajosa tarea que incluye, en una suerte de vocación por el dato cierto y verificable, la traducción de los documentos y el seguimiento en un mapa, con la lupa en la mano, de las carreteras de Francia que transitó Walter Benjamin. Este tipo de operaciones, en que la investigación y la ficción tienden a confundirse, ponen en suspenso las clasificaciones genéricas. ’Me llamó la atención que al libro no le pusieron ’novela’ en la tapa. Y aunque yo pienso que es una novela, creo también que es un artefacto diferente, un texto. Siempre tuve problemas para designar lo que yo hago. Las fronteras entre ficción y no ficción en mi escritura son muy lábiles. En el momento en que yo me comprometo con el texto, estoy haciendo ese trasvasamiento entre lo literario, lo histórico y lo personal. Yo no invento novelas de caballerías. De todas maneras, creo que es muy diferente a las novelas históricas que hemos estado leyendo en Argentina en los últimos años’". Entrevista de Pablo Gianera, La Nación, domingo 19 de junio de 2005.
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