En tan sólo ocho años, Kurt Elling, se ha convertido en el referente más importante del jazz vocal masculino actual. Un músico que carece de una formación musical clara pero que, sin embargo, a base de mucho tesón, arduo trabajo, grandes cualidades intelectuales y una curiosidad que no descansa se ha situado en uno de los peldaños más altos del mundo jazzistico acaparando éxito de público y el beneplácito de la crítica más exigente.
Ya en el año 1995 alcanzóo el visto bueno de un coloso como Blue Note que editó, con el añadido de algunos temas, una maqueta que Elling presentara, bajo el nombre de Close Your Eyes. En este trabajo Kurt muestra todas sus cartas: buen gusto en la elección del repertorio y de los acompañantes (al frente de los cuales se coloca su inseparable Laurence Hobgood), grandes dotes poéticas en la redacción de las letras y coqueteos con la generación beat, un uso brillante del scat y una forma de interpretar vocalese en la onda de Mark Murphy y, finalmente, una técnica vocal curtida en distintos escenarios de la ciudad de Chicago que incorpora detalles muy particulares especialmente en cuanto a dinámica se refiere.
Alcanzar una nominación a los premios Grammys en su primer trabajo no es algo de lo que puede presumir cualquier músico, si bien Kurt Elling, hasta la fecha, ha conseguido nominaciones en cada uno de sus discos, hasta la bonita suma de seis. Su segundo album The Messenger venía a confirmar las espectativas puestas en su primer CD y daba una botefada a los que pensaron que se trataba de una estrella de un solo día. Este segundo CD recoge una de las muestras más sinceras y descarnadas del vocalese con una versión que supera los diez minutos del Tanya Jean de Dexter Gordon para cuyo larguísimo solo Elling escribe y canta una soberbia letra.
Su imagen de hipster se vió edulcorada por su matrimonio con una bailarina profesional llamada Jennifer. Uno de las muestras más evidentes de este hecho fué que en sus conciertos dejó de practicar tan a menudo una técnica que sus amigos llamaban ranting consistente en improvisar melodias con letras improvisadas también en mitad de un tema o, incluso, en solitario (algunas muestras de esto se pueden escuchar en The Beauty Of All Things y en The Messenger del album del mismo nombre) que, en los directos, se convertían, en palabras del propio cantante, en auténticas sesiones de terapia. Incluso su siguiente album, This Time It's Love abordaba un material romántico y un enfoque ajeno a sus trabajos anteriores. Sin embargo la calidad del mismo seguía siendo muy elevada.
Tras tres discos en estudio Kurt Elling acometió la producción de su primer CD en directo y escogió, como no podí ser de otra forma, el Green Mill de Chicago, club de Jazz en el que sigue actuando semanalmente siempre que sus cada vez más frecuentes giras se lo permiten. Para la ocasión contó con Jon Hendricks, maestro y padre del vocalese, y el saxofonista nativo de Chicago Von Freeman. Entre el repertorio algunos de sus temas anteriores y algunas nuevas composiciones. Además se guardó experimentos como Resolution, vocalese sobre el original de Coltrane, y un Dolores Dream de 16 minutos de duración para un Live In Chicago - Out Takes que solamente se puede adquirir a través de su página web (ver nuestra sección de links) y recomendado solamente para oyentes amantes de las vanguardias.
Flirting With Twilight seguía en la tónica de su anterior album de estudio aunque incluía un nuevo tributo al trio Lambert, Hendricks & Ross con la inclusión de Lil' Darlin'. Su último proyecto, Man In The Air, nos trae al Elling de sus primeros discos pero menos histriónico y más maduro abordando temas de Metheny, Hancock, Coltrane y Zawinul y es, sin la menor duda, su mejor disco hasta el momento.
Además de su faceta como cantante desarrolla una amplia labor como escritor trabajando en proyectos para distintos teatros y ha demostrado ser un emprendedor (y empresario) de primera linea agrupando en torno a sí a Jon Hendricks, Mark Murphy y Kevin Mahogany con un proyecto que se presenta con el nombre de Four Brothers y que pasó por España el pasado verano.
Ya en el año 1995 alcanzóo el visto bueno de un coloso como Blue Note que editó, con el añadido de algunos temas, una maqueta que Elling presentara, bajo el nombre de Close Your Eyes. En este trabajo Kurt muestra todas sus cartas: buen gusto en la elección del repertorio y de los acompañantes (al frente de los cuales se coloca su inseparable Laurence Hobgood), grandes dotes poéticas en la redacción de las letras y coqueteos con la generación beat, un uso brillante del scat y una forma de interpretar vocalese en la onda de Mark Murphy y, finalmente, una técnica vocal curtida en distintos escenarios de la ciudad de Chicago que incorpora detalles muy particulares especialmente en cuanto a dinámica se refiere.
Alcanzar una nominación a los premios Grammys en su primer trabajo no es algo de lo que puede presumir cualquier músico, si bien Kurt Elling, hasta la fecha, ha conseguido nominaciones en cada uno de sus discos, hasta la bonita suma de seis. Su segundo album The Messenger venía a confirmar las espectativas puestas en su primer CD y daba una botefada a los que pensaron que se trataba de una estrella de un solo día. Este segundo CD recoge una de las muestras más sinceras y descarnadas del vocalese con una versión que supera los diez minutos del Tanya Jean de Dexter Gordon para cuyo larguísimo solo Elling escribe y canta una soberbia letra.
Su imagen de hipster se vió edulcorada por su matrimonio con una bailarina profesional llamada Jennifer. Uno de las muestras más evidentes de este hecho fué que en sus conciertos dejó de practicar tan a menudo una técnica que sus amigos llamaban ranting consistente en improvisar melodias con letras improvisadas también en mitad de un tema o, incluso, en solitario (algunas muestras de esto se pueden escuchar en The Beauty Of All Things y en The Messenger del album del mismo nombre) que, en los directos, se convertían, en palabras del propio cantante, en auténticas sesiones de terapia. Incluso su siguiente album, This Time It's Love abordaba un material romántico y un enfoque ajeno a sus trabajos anteriores. Sin embargo la calidad del mismo seguía siendo muy elevada.
Tras tres discos en estudio Kurt Elling acometió la producción de su primer CD en directo y escogió, como no podí ser de otra forma, el Green Mill de Chicago, club de Jazz en el que sigue actuando semanalmente siempre que sus cada vez más frecuentes giras se lo permiten. Para la ocasión contó con Jon Hendricks, maestro y padre del vocalese, y el saxofonista nativo de Chicago Von Freeman. Entre el repertorio algunos de sus temas anteriores y algunas nuevas composiciones. Además se guardó experimentos como Resolution, vocalese sobre el original de Coltrane, y un Dolores Dream de 16 minutos de duración para un Live In Chicago - Out Takes que solamente se puede adquirir a través de su página web (ver nuestra sección de links) y recomendado solamente para oyentes amantes de las vanguardias.
Flirting With Twilight seguía en la tónica de su anterior album de estudio aunque incluía un nuevo tributo al trio Lambert, Hendricks & Ross con la inclusión de Lil' Darlin'. Su último proyecto, Man In The Air, nos trae al Elling de sus primeros discos pero menos histriónico y más maduro abordando temas de Metheny, Hancock, Coltrane y Zawinul y es, sin la menor duda, su mejor disco hasta el momento.
Además de su faceta como cantante desarrolla una amplia labor como escritor trabajando en proyectos para distintos teatros y ha demostrado ser un emprendedor (y empresario) de primera linea agrupando en torno a sí a Jon Hendricks, Mark Murphy y Kevin Mahogany con un proyecto que se presenta con el nombre de Four Brothers y que pasó por España el pasado verano.
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